Belleza
DIARIO DE UNA FUMADORA QUE COMENZÓ A CONSUMIR VITAMINA C
October 26, 2018
María C. me dio un par de datos que hicieron que me replanteara los casi veinte años que llevo fumando. Me dijo, “Teniendo en cuenta que el cuerpo humano no produce vitamina C, ¿sabías que cada cigarrillo que te fumas consume 1000 mg de vitamina C de tu cuerpo?”. Me explicó que esto se debe a que el cuerpo debe defenderse de los metales pesados del cigarrillo que le ocasionan daños -como el arsénico, el cadmio y el plomo- y lo hace consumiendo la vitamina C para que estos sean eliminados a través de la orina con facilidad, con mayor rapidez de lo que lo haría si no fumara. Preocupante. De verdad. Es cierto que debería dejar de fumar, pero por ahora voy a tomar vitamina C durante cuatro semanas para ver cuáles son los cambios que noto en mi cuerpo, y entonces veo…
Día 1
El viernes en la noche salí a tomar con mis amigos. El sábado –como siempre- me levanté a trotar, y cuando volví a la casa me tomé una vitamina C efervescente y de inmediato me sentí hidratada, lo que me sorprendió mucho. Y no solo eso, ¡no sentí guayabo! En lo absoluto. Increíble. Me sorprende mucho que me la tomé por primera vez y de una sentí mucha energía, como un boost de energía. Casi como si se tratara de una de esas bebidas energizantes. ¡Yo no sabía que la vitamina C hacía eso!
Día 2
El segundo día decidí tomarme la vitamina C, también efervescente, como si fuera el jugo de naranja. Es decir, preparé unos huevos con tostadas y un banano en tajadas, y me tomé la vitamina C en lugar del jugo de naranja. Me enamoré. ¡Es una delicia! Sabe muy bueno y remplaza el jugo de naranja con toda. Parece un juguito. Deli.
Día 3
Siempre me fumo un cigarrillo antes de entrar a la oficina, y a pesar de que con ello siento como que me quedo sin energía, como densa, pesada, cansada, lo sigo haciendo. Y el tercer día me di cuenta de que si me tomo la vitamina C después de fumarme el cigarrillo, ya no me siento tan cansada. Es raro, pero simple. Fumé, me tomé la vitamina C y me sentí llena de energía. Muy diferente a como me siento siempre.
Día 4
La cuarta mañana me quedé unos minutos mirándome la cara en el espejo y me sorprendió que me encontré con una piel más radiante. Como que me brilla la cara, ya no la tengo tan seca, al contrario, ¡está más suave! Esto es increíble. Es increíble ver los efectos tan rápido. Estoy alucinada.
Día 5
El quinto día me di cuenta de que ya no estaba sintiendo la ansiedad mía de cada día. No es algo que me abrume, pero ahí está, se siente, no se va. La siento, por ejemplo, cuando llego a la casa por la noche después de un día de trabajo y estoy acabada, casi demasiado agotada para poder descansar. Pues me di cuenta de que luego de tomarme la vitamina C por la noche -la segunda dosis del día- me siento mucho mejor. Como que me aliviana el cansancio y puedo descansar. Duermo delicioso y me levanto descansada, de hecho.
Día 6
Otra cosa… esta semana en la oficina todo el mundo tenía gripa. Una persona se enferma y enferma a todo el mundo a su alrededor, se la pasan el uno a otro y termina todo el edificio apestado. Pues, bien, fui la única que no se enfermó. ¿Casualidad? No sé. Lo cierto es que normalmente soy de las primeras que se enferma y esta vez nada. Estoy sana.De verdad, es increíble.
Día 7
Yo pensé que iba a ser guácala. De verdad, la idea de meter la vitamina C en agua me parecía asqueroso, y no solo me pareció como un jugo de fruta, sino que estoy aterrada viendo los resultados que son casi inmediatos. Yo pensé que no iba a pasar nada, que no iba a notar los cambios sino dentro de algunas semanas, y ahora hasta me veo con más color. Tiendo a ser la cara pálida entre mis amigas y ahora tengo los cachetes rosados. Me gusta lo que veo, me gusta cómo me estoy sintiendo.